Homilía del día: EL PRECIO DE SEGUIR A JESÚS

Una vez que Jesús ha encarado duramente a Pedro con esas palabras tan duras: "Apártate de mí, Satanás" Habla el Señor a sus seguidores para que entendemos de una vez por todas que a Él le importa mucho que hagamos las cosas a su manera.

El se dirige hoy a aquellos que decimos ser sus seguidores, sus discípulos.; "En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo: –El que quiera venirse conmigo," Bien sabemos que no todo el mundo quiere seguir a Jesús, y todos nosotros, que sí queremos, debemos escuchar este llamado y obedecer su mandato.
Pues, el Señor coloca los tres requisitos indispensables para seguirlo:

El primero, aunque parece algo irracional, es interesante; "que se niegue a sí mismo," y debemos preguntarnos ¿Qué significa negarse a sí mismo? Esto no es otra cosa que negar nuestra agenda, nuestros planes, nuestras vidas y supeditarla a sus planes, a su propósito, a la vida de Dios en nosotros. Por esto dice el apóstol Pablo "Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo." Debemos ser una persona nueva y dispuestas a cumplir la voluntad de Dios.

El apóstol nos da también un consejo práctico para negarnos a nosotros mismos "Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante," Es que debemos olvidar lo que una vez fuimos para aceptar lo que Cristo ha hecho de nosotros.

Lo segundo que nos pide el Señor es "que cargue con su cruz" Cargar la cruz es señal de sacrificio y… ¿Qué nos pide el Señor que sacrifiquemos? El Apóstol Pablo nos sigue enseñando "En cuanto a mí, jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo." Tomar la Cruz es saber que el mundo no es quien tiene el control de nuestra vida, el Apóstol Santiago nos aclara un poco más este punto "¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios" pues, si queremos permanecer en el Señor el Apóstol Juan nos afirma "Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre."

El tercer requisito es; "y me siga." es que seguir al Señor es avanzar, hacer el trabajo que Él nos manda a hacer y hacerlo a su manera. En este mundo egoísta es un trabajo descomunal porque al hacer la voluntad de Dios y seguirlo se crea dos grupos de personas; los que dejaron todo, tomaron su cruz pero no lo siguieron y se quedaron criticando a los que se mueven, y por el otro lado lo que dejaron todo, tomaron su cruz y hacen la voluntad de Dios aunque tengan personas que se les opongan.

Seguir a Jesús significa hacerlo a la manera de Él, y tres ejemplos de ello es cuando Jesús dice: "Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;"
El segundo ejemplo es "Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen"

Por último, tenemos este tercer ejemplo "Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios" Notemos que aunque las personas digan algo que se ha hecho así por tradición, Jesús con autoridad dice "Pero yo os digo" Esto nos enseña a obedecer al Señor sin importar lo que este en nuestra contra. Esto es seguir a Jesús.

El Señor nos da una última sentencia, "Mirad, el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará." Nunca pensemos que por seguir a Jesús perderemos nuestra vida, al contrario, lo ganaremos todo, con razón sigue diciéndonos Jesús "Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla?"

Y Jesús pone en perspectiva nuestra lucha "Quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta época descreída y malvada, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos ángeles." Sigamos a Jesús con diligencia y sin vergüenza, pues, ganamos todo por cumplir su voluntad y seguirlo en este mundo que sin duda alguna es más malvado y perverso que en los tiempos de Jesús.

La vida cristiana está llamada a ser vivida con Cristo y en en Cristo. No se puede ser un verdadero discípulo haciendo las cosas de manera diferente a la que nos muestra el Maestro. Tomemos nuestra cruz y sigamos a nuestro amado Salvador. Amén.

Mons. Alexander J. Barroso U.
Arzobispo